Por más que me empeñe en negar lo que siento, nadie puede engañarse a sí mismo; por ello hoy, tras estas
palabras se esconde aquello que nunca te he podido decir: te quiero.
Tenía que
pasar así, porque en la vida todo vuelve, tanto lo positivo como lo negativo y
en esta partida aún no se había jugado la última carta.
Aventuré cuando te
conocí qué es lo que pasaría, y cuánto me duele hoy no haberme equivocado.
Y puesto que requiere el mismo trabajo amar que odiar, hoy día me esfuerzo para
conseguir lo segundo y con ello me consumo.
Porque amar puede doler… Pero odiar
nos destruye.
Nunca entenderé porque esforzarse en algo negativo. Precioso, espero que estuvieses bien cuando lo escribiste, dentro de lo que cabe y que no fuese por aquel chico que no se merecía ni un simple "hola, que tal". Un beso
ResponderEliminarGracias! :)
ResponderEliminar